Medidas para solventar los
problemas que supone tener con un ancho de vía diferente al europeo.
Como se habló en la última clase, los trenes, con excepción de algunas empresas, no pueden pasar desde una línea con un ancho de vía a otra con un ancho diferente, por lo que la existencia de “fronteras” entre las redes de diferente ancho de vía ha sido un problema para la explotación y para los clientes. Tradicionalmente ha sido necesario el trasbordo o cambio de tren con las consiguientes molestias y pérdidas de tiempo. En esta imagen se representan las diferencias de las vías en centímetros.
Para solventar ese problema, en
los últimos tiempos se han aplicado algunas acciones puntuales que
pueden agruparse en tres tipos de soluciones:
1. Facilitar y hacer más económico
y sencillo el trasbordo de los viajeros y de las mercancías, y el cambio de
vehículo. Durante años, el trasbordo de viajeros o mercancías ha sido la
solución más empleada pero causa un grave trastorno para los usuarios.
2. Emplear vías de tres o de
cuatro carriles para que los trenes de cualquiera de los dos anchos de vía
puedan pasar de una red a otra y circular por ambas. Esta solución suele
emplearse en corredores en los que es difícil ampliar el número de vías
instalando en paralelo dos líneas de vía única o doble y de diferentes
anchuras. Vía de tres carriles que permite la circulación de trenes de dos anchos
de vía (en este caso, de ancho ibérico 1.668 mm y de ancho estándar, 1.435 mm).
3. Aplicar sistemas que permiten a
los trenes, o algunos de sus vehículos, cambiar el ancho de vía. Este ha sido
el método utilizado por TALGO y existen tres variantes:
- Intercambio de ejes de los
vagones o coches que suele aplicarse a vagones de mercancías.
- Intercambio de los bogies
completos de los coches de viajeros en una instalación especial.
- Cambio automático de ancho de
vía de un vehículo o de un grupo de vehículos sin que cambien sus ejes o
bogies, variando únicamente la distancia entre las ruedas. Este sistema se
aplica en España desde 1969.
La existencia de sistemas
automáticos de cambio de vía en los trenes y la utilización de las medidas
citadas anteriormente por parte de las empresas privadas y del Estado, ha permitido
en el caso español captar un importante tráfico de viajeros. En caso de no existir este tipo de instalación se habría
perdido para el ferrocarril; o bien por el rechazo al trasbordo (trenes
internacionales), o bien porque no se hubiesen podido aprovechar parcialmente
las líneas de alta velocidad, y por ello los tiempos de viaje hubiesen sido
mayores que los conseguidos con los sistemas de cambio de ancho.
Adaptación y resumen de dos artículos:
“Cambiadores de ancho, trenes de ancho variable y tercer carril: Nuevas soluciones a un viejo problema”, en la Revista Anales de Mecánica y Electricidad, enero-febrero de 2007;
“Cambio automático de ancho de vía de los trenes en España”, en la fundación de los ferrocarriles españoles 2010.
Por Diego Espinosa Gándara
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