viernes, 16 de marzo de 2012


Medidas para solventar los problemas que supone tener con un ancho de vía diferente al europeo.

Como se habló en la última clase, los trenes, con excepción de algunas empresas, no pueden pasar desde una línea con un ancho de vía a otra con un ancho diferente, por lo que la existencia de “fronteras” entre las redes de diferente ancho de vía  ha sido un problema para la explotación y para los clientes. Tradicionalmente ha sido necesario el trasbordo o cambio de tren con las consiguientes molestias y pérdidas de tiempo. En esta imagen se representan las diferencias de las vías en centímetros.

Para solventar ese problema, en los últimos tiempos se han aplicado algunas acciones puntuales que pueden agruparse en tres tipos de soluciones:

1. Facilitar y hacer más económico y sencillo el trasbordo de los viajeros y de las mercancías, y el cambio de vehículo. Durante años, el trasbordo de viajeros o mercancías ha sido la solución más empleada pero causa un grave trastorno para los usuarios.

2. Emplear vías de tres o de cuatro carriles para que los trenes de cualquiera de los dos anchos de vía puedan pasar de una red a otra y circular por ambas. Esta solución suele emplearse en corredores en los que es difícil ampliar el número de vías instalando en paralelo dos líneas de vía única o doble y de diferentes anchuras. Vía de tres carriles que permite la circulación de trenes de dos anchos de vía (en este caso, de ancho ibérico 1.668 mm y de ancho estándar, 1.435 mm).

3. Aplicar sistemas que permiten a los trenes, o algunos de sus vehículos, cambiar el ancho de vía. Este ha sido el método utilizado por TALGO y existen tres variantes:

- Intercambio de ejes de los vagones o coches que suele aplicarse a vagones de mercancías.

- Intercambio de los bogies completos de los coches de viajeros en una instalación especial.

- Cambio automático de ancho de vía de un vehículo o de un grupo de vehículos sin que cambien sus ejes o bogies, variando únicamente la distancia entre las ruedas. Este sistema se aplica en España desde 1969.

La existencia de sistemas automáticos de cambio de vía en los trenes y la utilización de las medidas citadas anteriormente por parte de las empresas privadas y del Estado, ha permitido en el caso español captar un importante tráfico de viajeros. En caso de  no existir este tipo de instalación se habría perdido para el ferrocarril; o bien por el rechazo al trasbordo (trenes internacionales), o bien porque no se hubiesen podido aprovechar parcialmente las líneas de alta velocidad, y por ello los tiempos de viaje hubiesen sido mayores que los conseguidos con los sistemas de cambio de ancho.

Adaptación y resumen de dos artículos:
“Cambiadores de ancho, trenes de ancho variable y tercer carril: Nuevas soluciones a un viejo problema”, en la Revista Anales de Mecánica y Electricidad, enero-febrero de 2007;
“Cambio automático de ancho de vía de los trenes en España”, en la fundación de los ferrocarriles españoles 2010.
Por Diego Espinosa Gándara

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