Logística de productos perecederos. El caso de las flores colombianas. Moviendo 230.000 toneladas de mercadería.
Miércoles, 6 de Abril de 2011
¿Sabe usted qué tanto debe pasar para que una flor llegue desde la Sabana de Bogotá a la sala de un hogar en Estados Unidos?. Parece simple, pero hay un trabajo mancomunado que hace que todo se vea fácil. En particular en un negocio que factura 4.000 millones de dólares anuales, mueve 231.943 toneladas, genera 100.000 empleos directos y 90.000 empleos indirectos. En los Estados Unios, su mercado principal, genera 230.000 empleos. Una caja “full” de rosas pesa 22 quilogramos y una caja de claveles 30 quilogramos.
El olor del café se confunde con el fresco aroma de las rosas que esa mañana Bob le ha llevado junto al desayuno a Susan. El sol entra por la ventana y la gran ciudad de Nueva York se ve más colorida con el rojo vivo de las flores que menos de 48 horas antes estaban siendo enviadas desde Colombia. Es que los estadounidenses, los mejores clientes que tiene la floricultura colombiana, no saben el eficiente proceso de logística que hace que tengan en su mercado las flores más apetecidas del planeta. Es más, las rosas que Bob le entregó a Susan, así como la gran mayoría de flores que se distribuyen en la costa este de Estados Unidos, probablemente entraron por Miami.
“El principal puerto de entrada de nuestras flores a Estados Unidos es Miami. En Miami cuentan con toda la infraestructura y la experiencia para el manejo de las flores. Otras ciudades de los Estados Unidos han adquirido gran importancia también en el manejo de las flores y se han convertido a la vez en puertos importantes de entrada, como Los Angeles, pero Miami manda la parada”, señala Carlos García-Reyes, Business Development Manager Perishables de DHL Global Forwarding.
Pero vayamos al comienzo. Las flores salen del cultivo cumpliendo las especificaciones y requerimientos establecidos. Adicionalmente cada cliente en el exterior establece parámetros adicionales a sus proveedores los cuales se deben cumplir a cabalidad para que el producto llegue a su destino final de acuerdo a las necesidades de cada comprador. Hay diferentes clientes y diferentes mercados para cada tipo de flor. Para el mercado de los Estados Unidos, especialmente para los Supermercados, podríamos afirmar que los Bouquets es el producto más apetecido.
Un producto perecedero que debe ser disfrutado en su mejor momento como éste, necesita por supuesto ser tratado en condiciones especiales: cada productor debe cumplir con varias normas técnicas y fitosanitarias para el tratamiento de la flor, debe contar con su propio cuarto frío para empacar apropiadamente los tallos recién cortados y para almacenar la flor, y la carga debe ser transportada al aeropuerto en un camión refrigerado que garantice la temperatura apropiada para el transporte hacia el aeropuerto.
Lo ideal es que este proceso de transporte se realice por la noche para que las temperaturas de cargue, transporte y descargue en aeropuerto sean lo más bajas posible y evitar un rompimiento de la cadena de frío y cambios bruscos de temperatura.
En este proceso también intervienen los empleados de los cultivos, los empleados de la aerolínea, las autoridades aeroportuarias y en general una cadena de trabajo en equipo que hace posible que las flores sean recibidas en el aeropuerto en las condiciones ideales de temperatura y calidad requeridas.
“Los exportadores se preocupan siempre por cumplir con los parámetros de calidad para que no se afecte el producto en ese trayecto de la finca al aeropuerto, lo que sería fatal para la flor”, complementa el responsable de una de los mayores operadores logísticos del mundo.
Por supuesto, este proceso logístico debe tener en cuenta toda la documentación exigida: certificados fitosanitarios, planillas de cargue para la aerolínea, carta de responsabilidad para la Policía Antinarcóticos y demás documentos. Sin ellos, la carga perdería tiempo valioso a la espera de trámites, un pecado mortal cuando hablamos de flores.
“El proceso ideal de descarga en el aeropuerto debe ser lo más ágil posible”, dice García-Reyes. Esto implica un descargue rápido del camión y unas revisiones e inspecciones muy eficientes para que la flor ingrese a los cuartos fríos de las aerolíneas en el menor tiempo posible, nuevamente para evitar el rompimiento de la cadena de frío y evitar cambios drásticos en la temperatura.
En Estados Unidos el proceso es igual: manteniendo la cadena de frío en la descarga que realiza la aerolínea.
Todo el manejo de la flor en destino debe ser manteniendo la cadena de frío y evitando que se rompa este proceso en cualquier momento. Todas las inspecciones tanto de agricultura como de antinarcóticos deben hacerse de la manera más ágil y eficiente, y en cuartos fríos para mantener las temperaturas a niveles mínimos.
Para las inspecciones, dependiendo de la carga y el origen, las autoridades norteamericanas toman muestras aleatorias. Pueden tomar una muestra del 10% o 5%, según el volumen. Hacen un control tallo por tallo muy riguroso: desbaratan los ramos, agitan la flor para ver si tiene insectos, analizan cualquier tipo de plagas, revisan los pétalos. En algunas ocasiones la inspección la hacen al total de la carga.
Si encuentran algún tipo de plaga o insecto, dependiendo del riesgo, pueden proceder de varias maneras. Pueden dejar la flor en hold para fumigación, y una vez fumigada la carga es liberada y entregada al cliente. Sin embargo, “en algunas ocasiones y dependiendo del tipo de plaga, la carga puede ser retenida y debe ser incinerada”, señala García-Reyes.
En destino también hay operadores logísticos y son los responsables de nacionalizar la flor, presentando toda la documentación ante las autoridades del país de destino, y son los responsables de retirar la carga de los cuartos fríos de la aerolínea para transportarla a sus propios cuartos fríos, desde donde se programa la entrega al cliente final. Son los responsables también de darle un manejo adecuado al producto. Este proceso de inspecciones y nacionalización tarda generalmente unas 6 a 8 horas, desde que la carga llega a Miami hasta que se libera.
Una vez liberada la flor y una vez se encuentra en poder del operador logístico en sus cuartos fríos, se procede a separar la carga de cada cliente y a programar las entregas.
Algunos clientes que están en ciudades diferentes a Miami, tienen contratadas compañías de camiones que recogen la carga en las instalaciones del Operador Logístico y las transportan a las ciudades de destino. Este transporte debe ser realizado de igual manera en camiones refrigerados.
Los clientes en los Estados Unidos son de diferentes tipos. Pueden ser supermercados, pueden ser mayoristas, pueden ser minoristas, pueden ser floristas, etc.
En el caso de los supermercados, las flores llegan a los diferentes Centros de Distribución, desde donde son redespachadas a cada uno de los almacenes o puntos de venta a lo largo de todo el país.
Después de esto empieza el proceso más visible para los estadounidenses: las flores llegan a los puntos de venta, son catalogadas, organizadas, etiquetadas y se ponen a la venta.
Allí es cuando los enamorados como Bob, al ver nuestras hermosas y frescas rosas exhibidas, deciden comprarlas para afortunadas mujeres como Susan, sin saber que 48 o incluso unas horas antes en muchos casos, estaban siendo enviadas desde la fría capital de la distante Colombia para hacer que una mañana neoyorquina sea mucho más alegre.
Por Ana Gómez
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